Desde las típicas letras chinas y tribales hasta los que están más de moda, los tatuajes siempre han sido una forma de marcar en nuestra piel momentos, ideas, personas importantes para nosotros. Sin embargo, cada vez más son las personas que buscan eliminarlos ya sea por razones estéticas o, simplemente, por gusto.

Aquí os dejamos cinco curiosos motivos para eliminar un tatuaje. ¡Vamos allá!

¡Ya no me gusta!

Ya sea por aburrimiento o simplemente por la búsqueda de un nuevo estilo, la opción de eliminar tatuajes está cada vez más al orden del día. Redescubrir esta parte del cuerpo que ha estado ‘tapada’ durante tanto tiempo puede convertirse en motivo suficiente para decir adiós a ese permanente compañero.

Tu corazón olvida, tu piel no

Eliminar el nombre de un ex es una de las principales razones para eliminar un tatuaje. Puede que en un momento de euforia sentimental parezca una buena idea, pero muchos son los casos en los que no lo ha sido. Eliminar su nombre de la piel puede ser de gran ayuda para pasar definitivamente página.

¿Qué es esto?

Si nunca has sentido esto al acabar de hacerte un tatuaje, tienes mucha suerte. Y es que aunque parezca mentira, otra de las grandes razones por las que muchas personas eliminan sus tatuajes es porque no quedó como esperaban. Un tatuaje era algo para toda la vida, por suerte ahora tiene remedio.

¡No quiero que se vea!

Puede que, por razones estéticas o profesionales, un tatuaje demasiado visible no te haga estar a gusto en determinadas situaciones. Ya no es necesario llevar un cuello largo en verano para no enseñar ese tatuaje del cuello, ¡puedes eliminarlo fácilmente!

El paso de los años…

Comenzar a tatuarse a edades muy tempranas, cuando apenas somos conscientes de lo queremos realmente, hace que cuando seamos más mayores nos podamos arrepentir de aquello que nos hemos tatuado en su momento.

En definitiva, desde laborales hasta personales, puede haber muchos motivos para eliminar ese tatuaje de tu cuerpo.
Sea cual sea, en Piedad Bleda te ayudamos a hacerlo. ¡Pregúntanos!