La llegada del sol se asocia a la playa, vacaciones y diversión. Este periodo del tiempo no exige un mayor cuidado en ciertas áreas del cuerpo, pero tampoco hay que descuidar los hábitos de higiene diarios. Es el caso de las piezas dentales; por ello es importante la necesidad de cuidar tus dientes en verano.
Es normal que durante el verano se pierdan algunos hábitos alimenticios saludables. Junto con esto, hay que sumar ciertos factores de desgaste que pasan desapercibidos y que degeneran la salud bucal. Por ejemplo, las altas temperaturas son causantes del aumento de microorganismos en la boca.
A continuación te indicamos 5 útiles consejos para que nuestra dentadura se mantenga saludable y radiante, también en verano.
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Evita los cambios de temperatura bruscos
El aumento en el consumo de granizados y helados produce sensibilidad bucal, en especial si no estamos acostumbrados a ingerirlos con frecuencia. La cavidad bucal suele afectarse a través de inflamaciones en el interior de los dientes y durante este proceso los vasos sanguíneos se dilatan, generando malestar.
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Reduce la ingesta de bebidas carbonatadas
Las altas temperaturas producen una sensación de sed constante. Esto hace que las personas busquen ingerir cualquier tipo de líquido. Los licores, zumos críticos y refrescos generan un fuerte desgaste en la boca, descalcificando las piezas dentales. Lo correcto es sustituir este tipo de productos por agua y jugos naturales bajos en azúcar.
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No pierdas los hábitos de limpieza
Aunque nos vayamos de viaje o vacaciones, lo recomendable es mantenernos fieles a los hábitos de higiene bucal. Los desequilibrios en las horas de alimentación también tienen efectos negativos.
Al hacer las maletas, debemos recordar nuestro kit de limpieza bucal: cepillo, pasta dental, hilo dental y enjuague. Después de bañarnos en la playa o en la piscina es recomendable realizar una limpieza profunda, porque el cloro aumenta la acumulación del sarro y las manchas en los dientes.
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Reduce la ingesta de azúcar para cuidar tus dientes en verano
El verano es una estación propicia para la ingesta de alimentos con alto contenido de azúcar. Y precisamente este producto alimenticio es la principal causa de caries y daños en el esmalte de las piezas dentales. Por ello, se aconseja establecer límites de consumo.
Lo ideal es mantener una alimentación balanceada, por más difícil que parezca. No hace falta decir adiós al azúcar por completo. Sin embargo, hay opciones para mantener sanos los dientes y satisfacer los gustos vacacionales. Por ejemplo, hay que tomar más frutas, y elegir aquellas con alto contenido de agua: estas resultan ser las más refrescantes.
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Tomar mucha agua
Es posible que este consejo parezca repetitivo, pero la verdad es que el agua evita posibles inflamaciones en las encías. Su ingesta equilibra la flora bacteriana de la boca y nos ayuda en el proceso de desinflamación. Además, es necesario ingerir mucho líquido para hidratar nuestra piel y el organismo entero, frente a las altas temperaturas.