Cuando pensamos en “hongos”  nuestra mente probablemente  piensa en los anuncios con los que las televisiones nos saturan estos días para combatirlos. Pero, indudablemente, “Hongos” se traduce en un mal aspecto amarillento de uñas, picor de pies o inflamación y rojez de una parte del pie.

 Qué son los hongos.

Los hongos son microorganismos que puede ocasionar micosis, es decir, enfermedades infecciosas de la piel y onicomicosis, que son infecciones causadas en las uñas. A veces también, puede producir infecciones por la habilidad de debilitar los tejidos desvitalizados.

La onicomicosis (hongos en las uñas) es la afección más común y difícil de curar. Para saber si tienes hongos en las uñas, debes fijarte en su color y textura. El primer síntoma es el cambio de color. La uña comienza a adquirir un tono amarillo, debes ser consciente de que, si no se trata y elimina, el tono se irá oscureciendo pudiendo llegar a ser negro. El hongo se encuentra debajo de la uña, por lo que sí está  infectada presentará una textura rugosa y desgastada.

El pie de atleta se caracteriza por la aparición de hongos en la planta o entre los dedos de los pies.  Es otra de las infecciones más comunes entre la población. Los síntomas son sensación de picor y ardor, inflamación o rojez de una zona del piel, exceso de secado o grietas en la piel, y en casos muy graves, se pueden producir incluso ampollas y sangrado.

Cómo me puedo contagiar.

Los hongos se adquieren por contagio y hay tres formas de contraerlos.

El método más habitual es el contagio de persona a persona. Los hongos suelen encontrarse en lugares públicos con mucha humedad o calor, tales como los vestuarios de los gimnasios, piscinas públicas, duchas públicas, etc.

Otra forma es a través del contacto con animales. Y el tercero es a través del suelo, que se “alimenta de queratina que desprenden personas y animales”.

Consejos de prevención:

  1. NO SIN MIS CHANCLAS

 Playas, piscinas y duchas comunes (gimnasios) son el entorno ideal para los hongos. La forma más sencilla y habitual de contagio es por el simple hecho de andar descalzo. Cuando alguien que tiene hongos camina descalzo deja esporas de hongos en el suelo que producen el contagio sólo con el contacto.

  1. NO TE OLVIDES LA TOALLA

La humedad favorece la aparición de hongos. Por ello, es IMPRESCINDIBLE  que te seques bien los pies después de ducharte, bañarte o practicar deporte. Recuerda hacer hincapié entre los dedos, que es la zona más sensible a la aparición del pie de atleta.

  1. ZAPATOS AIREADOS

El uso inapropiado del calzado también produce hongos. Mantén tus zapatos cuidados aireados y secos. Os recomendamos que los dejéis airear.

  1. PIES FRESCOS, PIES SANOS

Los baños de altas temperaturas benefician a nuestra salud en muchos aspectos, pero no es el caso de los pies. El agua muy caliente  reblandece la piel dejándola más indefensa a la penetración de los hongos.

Si después de esta lectura te has dado cuenta de que llegamos tarde porque ya tienes hongos, también tenemos la solución. Pide cita en nuestro servicio de podología.