Una buena cena de Navidad, ya sea familiar, de amigos, de empresa o del club de pesca del pueblo, tiene varios ingredientes que no pueden faltar: mucha comida, mucha bebida, ambiente festivo y ganas de pasarlo bien. Un cuñado contando chistes es opcional, aunque eso lo dejamos al gusto del consumidor.

Y si, suena genial, y la mayoría de las veces así es. La idea de juntarte con amigos y familiares a las que haces tiempo que no ves en muchos casos, mientras recuerdas viejos tiempos, es posiblemente una de las mejores cosas de la Navidad. El problema llega cuando no son una o dos las cenas las que se te acumulan en pocos días, si no que son alguna más, y al agujero económico que nos deja en el bolsillo hay que sumarle el desgaste físico que trae aparejado.

Y es que estas cenas, se convierte en un continuo maratón de bebida –y no precisamente agua- comidas, aperitivos y dulces, muchos dulces. Si, reconócelo, tu también has sido víctima de una esas sobremesas en las que acabas con la fuente del turrón, los polvorones y las peladillas.

Y cuando se acaban las peladillas, eso, amigos, es una mala señal.

Después de éste tour de cenas sin control llega ese temido momento, en el que una fría mañana, nos pertrechamos de todo el valor que hemos sido capaz de reunir, y, primero un pie, y luego otro, poco a poco, como con miedo, nos subimos a la báscula.

Enhorabuena, si no te has desmayado, estás en el primer paso para recuperar tu línea. El segundo quizá sea más complicado: volver a una dieta equilibrada, dejando atrás esas grandes cenas, controlar mucho más la bebida, y salir de forma regular a practicar algo de deporte, aunque sea de forma suave.

Estos hábitos son un camino prácticamente asegurado para eliminar esos kilos de más, aunque, reconozcámoslo, a veces resulta un camino demasiado lento y pesado, que además se hace difícil de seguir por el ritmo de vida que llevamos, que no siempre nos permite practicar todo el deporte que queramos, y comer todo lo bien que quisiéramos.

Por eso, desde Clínica Piedad Bleda os ofrecemos promociones en servicios estéticos de alta calidad como la criolipolísis o la cavitación, que te ayudan a perder peso de forma sana y cómoda, mientras recuerdas, con los ojos cerrados y una sonrisa en el rostro, como derretías con la lengua esos bombones de licor que tan ricos estaban.

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