Con la llegada del verano es usual realizar cambios en los menús y en la dieta alimenticia, buscando alimentos menos pesados y que aporten frescor.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que la dieta entendida como una alimentación equilibrada hay que mantenerla por mucho calor que haga. Las necesidades de hidratación las compensaremos tomando mayor cantidad de líquido, y potenciando el consumo de productos alimenticios frescos, de temporada, sobre todo fruta y verdura, que nos aportan vitaminas y minerales, y nos ayudan a rehidratarnos.

Alimentos evitables

En general, hay que evitar las grasas, quesos, alimentos enlatados, hamburguesas y perritos calientes, etc. También es importante, a la hora de hacer la compra, adquirir los alimentos que necesiten frío en el último momento, aminorando la pérdida de la cadena de frío.

Aunque hay muchos alimentos calóricos que hay que evitar en verano, hay que mencionar cinco de ellos, que tienen una mayor atracción, a la hora de su consumo, en temporada estival.

Los helados

Aunque nos digan que un helado aporta nutrientes de un lácteo y es bueno tomarlo, la realidad es que una gran bola de helado y las copas que se sirven en algunos lugares aportan un exceso de calorías. Una buena opción si no queremos prescindir de los helados veraniegos es utilizar los de yogourt helado, con un bajo nivel de calorías, o los específicos para una dieta baja en calorías. Incluso los polos tradicionales son menos calóricos.

Cuidado con algunas ensaladas

Asociamos las ensaladas a alimentos muy saludables, que no engordan. Pero hay muchos tipos de ensalada. Si a una ensalada veraniega la agregamos demasiada patata y aliñamos con una salsa mayonesa, el nivel calórico puede ser superior a otro tipo de alimentos más contundentes en apariencia. Una alternativa más ligera es sustituir la mayonesa por una vinagreta. Hay vinagretas de muchos tipos.

Alcohol y café

Copas, cerveza, tintos de verano, cocktail, combinados con alcohol…Todas ellas son bebidas a las que recurrimos en verano en bares de playa, locales de copa, terrazas nocturnas, etc. Pero su consumo repercutirá en un aumento de nuestro abdomen. Hay otras opciones más saludables, como es el caso de zumos combinados naturales, el té, etc.

Un café con hielo tradicional puede suponer un aporte de cafeína, pero siempre será preferible a los nuevos productos que combinan extracto de café con muchos otros componentes de fabricación industrial. Los llamados “frappes” y otros similares suponen un excesivo aporte calórico a nuestro organismo.

Grasas animales

Carne grasa de cerdo, bacon, embutidos, margarinas. El consumo diario de todos estos productos puede ocasionar futuras enfermedades del corazón, además de estropear nuestra línea.

Pasta

La pasta suele aportar cantidad de hidratos de carbono y un nivel de calorías medio. La elección de pastas integrales es la más saludable. Una segunda cuestión sería el ingrediente o componente que acompaña la pasta. No es igual, por ejemplo, tomarla en ensalada con un aliño de vinagre, soja, mostaza, etc., que cocinar una contundente salsa boloñesa o carbonara.