Los expertos aconsejan a la embarazada esperar ocho semanas después del parto para iniciar un tratamiento estético. Y tres meses con un alumbramiento mediante cesárea. El drenaje linfático va muy bien porque disminuye la hinchazón de las piernas y puede ser realizado en el momento que se desee.

La caja pélvica de la embarazada cambia su estructura ósea después del parto. Se desplaza y después regresa a su sitio, pero nunca vuelve al estado original. Afortunadamente, no sucede igual con la piel y los músculos, los cuales sí se recuperan. Aunque depende del buen tono muscular anterior de la mujer, y sobre todo, de los cuidados antes, durante y después del embarazo.
Una vez bajado el volumen, la grasa y el músculo, empieza el tratamiento con 7 o 9 sesiones de radiofrecuencia para, sobre todo, reafirmar la piel flácida del abdomen. La máquina desprende ultrasonidos que calienta la dermis media y la dermis profunda (a una temperatura de entre 42 y 44 grados). Así se estimula la producción de colágeno y se activa la circulación de la dermis. Mejora el metabolismo de esta capa aumentando su grosor y la firmeza de la piel, al tiempo que reduce la grasa. El número de sesiones es de 7 a 9, una a la semana (de 45 minutos cada una para la zona del vientre).

Cada sesión tiene un coste de 40€ y con nuestros bonos de 10 sesiones, ésta saldría a 35€.